El cómico ingresó al escenario acuático vestido de buzo táctico, con antiparras y una denuncia: “Piquín, no me copies más”. Alrededor de las piletas estaban preparados los paramédicos listos para llevarse a Beto a un hospital en caso de accidente. “No tiene vergüenza. Qué suerte que me separé de él”, bromeó Barbieri. La historia propuesta por César y Melina Greco (artista de Stravaganza) fue un romance entre un hombre rana y una sirena al son de “Everithing I do” (Brian Adams).
La performance terminó con aplausos para ella y risas para él. “Fue tan malo lo que hizo que de tan malo fue genial. Tenía miedo hasta para caminar. Hace tanto que no me río así, que para mí son un escandaloso 10”, gritó a los cuatro vientos Carmen. “Cuando se tiró desde arriba pensé lo peor pero ¡lo hizo! Voy a bajar un poquito pero fue bueno. No sé si el año que viene no lo pongo en la pileta”, dijo Mendoza (9). Moria, que calificó a Beto de “Jack Custeau ribotrilizado”, miró con compasión el acting: “Tu compañera hizo de todo pero yo no paré de reirme: fue la fascinación del horror. Me encantó”.
Pachano (8) analizó: “Me gusta cuando Beto le pone humor a la pista. Fue un acuanauta rarísimo y Melina fue una diosa”. A Gasalla (10) le pareció muy elaborado lo que propuso el comediante: “Fue muy logrado tu personaje de cine mudo, casi de Peter Sellers”. La alegría de los participantes se vio interrumpida por Polino (2): “No percibí lo mismo que los demás. Me gustó la coreo y la partenaire pero el resto no”. Total: 39 puntos.
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